El hombre detrás de la leyenda

Soy la montaña y el camino, soy el carriel y el machete. Soy la niebla que cubre el firmamento cuando apenas nace el sol y el humo que nace de tu taza para deleitarte con su aroma a tradición. Soy la canción y la trova. El jornalero y el azadón. Soy una historia de más de 300 años, una cultura de cientos de arrieros, cafeteros y colombianos. Criado en el campo, con la fuerza de un roble y la serenidad de los pájaros. Soy la leyenda de miles de caficultores que día a día hacen relucir la pasión en cada sorbo del café que identifica a este país de aguerridos. De luchadores. Vengo a contarles no solo mi historia. Si no la historia de todo un pueblo.

Yo seré el encargado de narrar esos relatos que la gente no conoce, la de esos cafeteros que a plena luna y montados a caballo llevaban de pueblo en pueblo una tradición. La de esos agricultores con fuerza y corazón que sacaban adelante numerosas familias. Vengo a contar sus secretos, sus agüeros, sus remedios. Vengo a que el mundo conozca un poquito más de eso que toman todos en la mañana, para que entiendan que el sabor del café se disfruta desde sus raíces. 

Nací en un pequeño pueblo del Suroeste Antioqueño, rodeado de aquello que hoy convertí en una maestría. Crecí escuchando a mi abuelo hablar sobre senderos de herradura y ahora soy yo quien los recorre. Entendí que un buen café no solo se trata de un buen grano, sino de un buen proceso. Con los años, perfeccioné lo que ahora es un arte y comprendí que esta esencia no es solo de un pueblo, sino del planeta entero. Por eso esta carta es para todos ustedes, para que juntos, emprendamos este camino a conocer mejor el pasado para disfrutar de un buen café en el futuro. Saber que no es lo mismo la fragancia y el aroma, que el azúcar no siempre mejora los sabores, que algunas cosas combinan mejor con otras y que pueden existir mil variedades, pero que solo hay una pasión. 

Yo soy Don Ray, creador, inspiración y figura principal de esta familia de la que ahora todos ustedes hacen parte y les doy la bienvenida a este camino que empezamos a recorrer.